Un corazón solitario, un alma confundida, un te quiero desperdiciado y besos malgastados. Lágrimas caídas, deseos olvidados, ilusiones perdidas... Ahora, vida tranquila, disfrutar de los buenos momentos, siempre con un Leb die Sekunde por bandera, y un Carpe Diem como filosofía de vida.
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