miércoles, 30 de septiembre de 2015

De optimista a pesimista.

Hace mucho tiempo, yo era optimista... Pero de eso, ya hace mucho... Cuando las inexperiencias marcaban mi vida y los errores que cometía los utilizaba para aprender... Pero de eso, ya hace mucho... De las cosas malas, pensaba... Tranquila, ya vendrá algo bueno. Mantenía la esperanza de que el cosmos, el karma o yo que sé, se daría cuenta y me enviaría algo positivo... Ja! todavía no se ha dado cuenta. Hace mucho tiempo, yo era optimista... Hasta que las cosas empezaron a ir de mal a peor, palo tras palo, día tras día... Hace mucho tiempo, yo dejé de ser optimista... Ser optimista, solo sirve para ilusionarte de algo que sabes perfectamente que va a salir mal, calentarte la cabeza a sabiendas que es una pérdida de tiempo, cambiarte el estado de ánimo porque sufres y lo pasas mal... y ¿Seguir siendo optimista? no, para mi, eso es ser masoquista... No quiero sufrir más, no quiero pasarlo mal de nuevo... siendo... "optimista". Esa actitud, ese estado o sea lo que sea, lo he cambiado a realista... Sí, ser realista, y esto normalmente, me lleva a ser pesimista... Pero creo que es la opción menos dañina, evita muchos fracasos (no todos), y aunque la esperanza es lo último que se pierde, soy realista o pesimista o como lo prefieran llamar... Pero a estas alturas de mi vida, no soy optimista, ni quiero serlo, aunque ya me gustaría... las personas optimistas parecen más felices... Pero hoy día... yo no puedo... Hace mucho tiempo que era optimista, pero dejé de serlo.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Dejarse llevar... Suena demasiado bien...

Dejarse llevar... Qué bien suena...
Pero no sé si valdrá la pena. 
El corazón me cuenta una historia,
que la razón desmiente con otra...
Si me dejo llevar,
las horas se convierten en minutos, 
el tiempo pasa volando, 
mientras, el corazón va hablando...
y la razón, va susurrando... Peligro...
Pero es que dejarse llevar, 
suena demasiado bien... 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Atracón de sentimientos

Tragarme las palabras,
que quiero decirte,
una tras una,
se amontonan en mi garganta...
Ingerir cada uno de los sentimientos
que voy sintiendo
con el paso del tiempo...
No puedo expresarlos,
no puedo contarlos,
ni decirlos...
Tengo que ocultarlos
Debo ocultarlos,
Debo callarme... sí,
será lo mejor, callarme...
Pero son tantas las palabras,
son tantos los sentimientos
las dudas, la incertidumbre,
la incógnita, casi celos...
Casi miedo...
miedo...
Tragarme tantas palabras,
teniendo un atracón de sentimientos...