Miles de personas pasan por tu vida. Personas diferentes, algunas buenas, otras malas y otras peores. Miles de personas pasan por tu vida. En unos casos, son personas de paso que están en tu vida un solo momento y cuando se van ni dejan huellas, pasan desapercibidas. Hay personas que sabes que siempre estarán en tu vida y que sabes que nunca te fallarán, pero por desgracia son las menos. Entre estas dos clases de personas, están las que llegan a tu vida, y piensas que se van a quedar, que no fallarán, que siempre estarán ahí cuando los necesites, y que jamás se irán. Personas que a las cuales, les das toda tu confianza y que en cualquier situación estarías dispuesto a ayudar, personas en las que te apoyas, con las que te sinceras... y que al final desaparecen, de buenas a primeras, sin un por qué, sin una razón... sin más salen, dejando un vacío, sin importar el daño que te puedan hacer. Por desgracia, este tipo de personas son las que más abundan en mi vida, y que cuando se repite por vigésimo segunda vez, casi que deja de importar, total, uno más... Pero siempre te preguntas, ¿Otra vez la misma historia?, otra vez vuelve pasar, que de buenas a primeras, esas personas se van... Tal vez no merecieran la pena, tal vez porque no eran imprescindibles... Pero el sello que dejan ya forma parte de ti, y se adhieren a tu personalidad, quizás siendo más desconfiada, más precavida... Pero sirven para formarte como persona. Y por el último, están las personas que descubres un buen día, sin saber el por qué, y deseas que se queden, y que no se vayan, y barajas todas las opciones y todos los motivos para hacer que esas personas se queden.., o para que tú te quedes... ¿Quién sabe?, Yo lo único que sé es que hay miles de personas que pasan por mi vida, y que las que se quedan... Son las que merecen la pena... y probablemente sean las mejores.
